Ésta es la última serie que Franz hizo antes de morir prematuramente en 2003. Apareció en dos volúmenes en 2001 y 2002, pero no fue la última que dibujó porque en el mismo 2003 publicó el último episodio de la serie El decálogo, del guionista Frank Giroud. Como haya sido, Compañeros de fortuna es considera la última obra del recordado artista belga que conocimos en la revista Mampato.
He declarado mi admiración por el trabajo de Franz, especialmente por su contribución a la continuidad de la serie Yugurta y por varias otras que tengo en mi biblioteca. La que más me gusta, la que creo que es la mejor lograda de sus obras de autor, es la serie Lester Cockney, que tengo en su edición integral en dos tomos, el primero de los cuales lo tengo en francés y solamente el segundo en castellano. Por eso no la he compartido aquí en el blog.
Esta obra que comparto hoy constituye una buena historieta de aventuras, a la que Franz le ha agregado una pequeña dosis de erotismo, desparpajo y también algo de comedia en algunas situaciones. Cuenta la historia de Andrew Eastbourne, un joven contable de Bristol que viaja desde el puerto de Plymouth hasta Las Antillas, donde lo espera un tío a quien ayudará en las labores de su empresa. Sin embargo, la pasión y el deseo son fuertes y como en el barco en que viaja hay una hermosa damisela, termina sucumbiendo a sus pasiones y es descubierto por el padre de la doncella. Como castigo, lo abandonan en una isla aparentemente desierta en medio del océano y allí conoce a una hermosa aborigen a quien rescata de un grupo de caníbales. A partir de ese momento se ven envueltos en un largo periplo que les llevará a relacionarse con un viejo pirata que ha escondido un tesoro en la isla en que Andrew había sido abandonado. Tratando de continuar su viaje a como dé lugar, se reencuentra con algunos de los pasajeros del navío en que partió de Plymouth, especialmente con la bella Priscilla McKenzie, quien fue la causa del castigo que le infligieran dejándolo abandonado a su suerte en la isla.
La historia es entretenida y está muy bien dibujada. Lo único que me parece un error en este trabajo de Franz, es que los salvajes isleños que aparecen a lo largo de la historia parecen más bien ser de Oceanía que de alguna isla del Atlántico. Tienen rasgos de maoríes, o al menos eso me parece a mí. Pero pasando por alto ese detalle, la historia está muy bien hecha, aunque no llega al nivel de Lester Cockney.
Les dejo las primeras páginas y una ilustración de uno de los indígenas, para que se hagan una idea de lo que digo.
Descargar Franz: Compañeros de fortuna
1 comentario:
Gracias Jefe.
Se ve interesante. Ya me dejó tarea para este fin de semana...voy a ver si alcanzo a leerlo.
Efectivamente se retratan polinesios...tal vez parte del imaginario del autor.
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