Estimados amigos y amigas del blog, los últimos meses he estado dedicado casi 100% al trabajo y eso me ha impedido poder mantener actualizado el blog. Pero aproveché unos días del fin de semana largo para escanear algunas revistas y compartirlas aquí. Comienzo con una selección del primer volumen de la edición integral de las aventuras de Spirou y Fantasio.
Spirou es uno de mis personajes favoritos y tengo toda su colección. En abril de este año, la revista homónima cumplió 75 años, lo que ha sido celebrado con homenajes, programas de televisión, ediciones especiales, libros con la historia de la revista y del personaje, etc. He visto algunos de esos programas y me he comprado algunos de los libros que se han publicado porque como buen coleccionista, hay ediciones que no se deben dejar pasar.
En castellano las aventuras de Spirou están solamente parcialmente publicadas. Yo tengo los siete volumenes de la edición de Planeta de Agostini, que incluye la etapa de Spirou correspondiente a Franquin, pero tiene el problema que es una edición en blanco y negro y en un tamaño mucho menor al de la edición original. De todas formas, comparto aquí una selección que hice de ese primer volumen, tomando las cuatro aventuras que aparecen en el primer album publicado en de esta entretenida serie. Se titula justamente "4 aventuras de Spirou y Fantasio". Con posterioridad se han publicado las evnturas anteriores a las que aquí comparto pero hasta hoy la colección de Spirou y Fantasio tiene como album número uno, el de estas cuatro aventuras.
Para quienes no conozcan al personaje, Spirou nació el 21 de abril de 1938 junto a la revista del mismo nombre. Muy al estilo de lo que conocimos en Mampato, aunque con un mayor énfasis en las historietas seriadas, ha sido la revista estandarte de la Editorial Dupuis, la que dio impulso a la denominada Escuela de Marcinelle, por estar ubicada en esa ciudad y cuyos dibujantes forman parte de la tradición de la historieta franco-belga. De cierto modo, Spirou y la Escuela de Marcinelle eran la alternativa a la denominada Escuela de Bruselas o Escuela de la línea clara, como se le conocía a aquella tradición de historietistas vinculados al semanario Tintin y a la Editorial Lombard, entre los que resaltaba Hergé, Jacobs y varios más.
Spirou era al comienzo un botones del Hotel Moustique, y Moustique era también otra de las publicaciones de la Editorial Dupuis. Con el tiempo, Spirou se transformó en reportero, aunque mantuvo el traje de botones de hotel. En sus aventuras lo acompaña su amigo Fantasio, quien sí es periodista, y la ardilla Spip, especie de mascota fiel.
A diferencia de otras series, Spirou es un personaje cuyo propietario intelectual es la editorial, de modo que a lo largo de estos 75 años han sido muchos los dibujantes que le han dado vida y cada uno de ellos le ha impreso su sello. Aunque el primer dibujante fue el belga Rob-Vel, seudónimo de Robert Velter (1909-1991), cuyas primeras historietas de Spirou se acaban de publicar en una magnífica edición integral, fue el belga André Franquin (1924-1997) quien transformó a Spirou en el mundialmente famoso personaje que es hoy.
A Franquin le pasó con Spirou algo parecido a lo que le sucedió a Themo con Mampato. No sólo se tuvo que hacer cargo de un personaje y una serie que era protagonista de una revista sino que, al igual que Themo, fue capaz de darle un estilo inigualable, crear un universo y poblarlo de personajes entrañables. Muchos sostienen que la época de Franquin, quien dibujó Spirou entre 1946 y 1967, ha sido la mejor de todas. Probablemente tienen razón, aunque yo soy de los que disfruta con lo que cada uno de los dibujantes que se han hecho cargo de la serie le ha aportado a la misma.
En esta selección que hice viene una de las aventuras que más me gusta, muy al estilo de las primeras historias dibujadas también por Rob-Vel y Jijé, quien fue el segundo dibujante en hacerse cargo de Spirou. Se trata de aquella en que el botones es retado a un match de boxeo por el típico matón de colegio: Poildur. Tal como Themo, Franquin utiliza los nombres propios como forma de construir su humor gráfico. Así, este Poildur, que en chileno podría se denominado como "Pelochuzo" o "Pelopincho", podrán ver que tiene muy buen puesto su nombre.
La primera vez que leí esta historia hace muchísimo años, me divertí mucho y desde entonces es una de mis favoritas. Tiene varias escenas que he visto en algunas historias de Themo, como aquella en que unos niños aprenden a boxear para defenderse de unos coléricos prepotentes.
El estilo de estas primeras historietas recuerda el de las Merrie Melodies, por las situaciones jocosas que muestran y ese humor tan simple en el que nos reímos de las estupideces cometidas por los protagonistas. Ojalá les guste.
La razón de haber hecho una selección es simplemente porque no tenía el tiempo de escanear y editar todo el album integral completo. De todos modos, cuando tenga tiempo, completaré este album con las historias que faltan. Así y todo, son 70 páginas de este grandioso personaje.
Espero que lo disfruten.