miércoles, 1 de junio de 2022

Jiro Taniguchi: Mundo salvaje T1 y T2 [CRG]

 


Ya he señalado con anterioridad que, dentro del mundo del manga, uno de mis preferidos es el dibujante Jiro Taniguchi (1947-2017), a quien conocí por una extraordinaria obra que se titula Barrio lejano. Desde entonces he comprado la mayoría de sus trabajo, dentro de los cuales están estos dos tomos que recogen historias creadas entre los años 1975 y 2010 y que tienen como tema principal a la naturaleza. Aunque la mayoría son historias ambientadas en distintos períodos históricos y en distintas culturas, hay un par de relatos que escapan a esta línea. Uno es un relato de ciencia ficción, aunque en él sigue presente el tema de la naturaleza; y el otro, es un relato del género fantástico y que es el que cierra estos dos libros.

Aunque el manga genera bastante rechazo entre quienes son asiduos de la historieta al estilo occidental, la verdad es que en el caso de Taniguchi el estilo de dibujo no resulta tan raro porque es un dibujo realista en el que sus personajes tienen rasgos más occidentales que nipones. De hecho, refleja la influencia que sobre él ejerció la historieta franco-belga, que parece haber conocido de muy joven, pese a no haber podido entender lo que decían los diálogos porque no sabía francés. En todo caso, aunque en el caso de Taniguchi haya esa proximidad cultural que se habría plasmado en su estilo de dibujo, en el manga y en el animé, de manera más general, siempre me ha parecido raro el no ver dibujados los rasgos fenotípicos de los japoneses y ver, en su lugar, personajes con ojos extremadamente grandes, como es habitual al menos en el animé que conocí desde niño y que encontramos también en el manga. En el caso de estos relatos de Taniguchi, hay historias ambientadas en los Estados Unidos, en África y también en el Japón, de modo que es lógico que dibuje rostros distintos a los de los nipones. No obstante, a los japoneses que dibuja aquí también los dibuja con un estilo más "occidentalizado", podríamos decir. Por ejemplo, en la siguiente viñeta se ve a dos japoneses que se encuentran en Estados Unidos con una tribu de indios kiowa. Claramente los dos personajes de esta viñeta no parecen japoneses.

 


Aunque en Japón hay una etnia que tiene rasgos más parecidos a los de los occidentales, que es el caso de la etnia Ainu, protagonista de una de las historias que comparto hoy, y que se caracteriza por tener mayor vello corporal y un cabello algo más ondulado, que puede llegar también a ser, en algunos casos, de color castaño. De hecho, en las fotografías que encontré en Internet sobre esta etnia, los hombres se ven bastante occidentales. Por eso se pensó durante muchos años que los ainus tenían ancestros caucasoides, aunque hoy se sabe que no es así.


Bueno, esta larga perorata es para explicar por qué en algunos de los relatos de Taniguchi los individuos aparecen con rasgos occidentalizados, o caucasoides. De todos modos, llama la atención que a los individuos que son japoneses-japoneses, o yamatos, que es el grupo étnico mayoritario en Japón, igual se les representa en el manga con rasgos occidentalizados. Siempre he creído que los japoneses tienen como un cierto complejo con respecto al mundo occidental. No sé si será consecuencia del efecto de las reformas realizadas durante la denominada Restauración Meiji, entre las últimas décadas del siglo XIX y la primera del siglo XX, que son las que modernizaron el país. En todo caso, es curioso que junto con esa "occidentalización" de la representación del fenotipo yamato en el manga, en Japón haya persistido un nacionalismo que llevó a los extremos que sabemos.

Volviendo a esta obra de Taniguchi, y tal como ya dije, en ella el reconocido mangaka nos narra relatos bastante salvajes, tal como lo indica el título de estos libros. Por cierto, es la naturaleza en estado salvaje, en primer lugar, la que retrata aquí Taniguchi con una gran maestría. Eso es lo que me gusta especialmente de este dibujante. Me detengo a contemplar sus viñetas porque están llenas de detalles y me imagino todo el tiempo que le ha tomado realizarlas. 

 







Pero el salvajismo de este libro también se expresa en la crudeza con la que describe las acciones que ocurren en algunos de estos relatos, especialmente cuando se trata del salvajismo con que actúan algunos seres humanos.


Hay un detalle en uno de los relatos que evidencia que hasta los más grandes cometen errores. Es en la historia que se desarrolla en África y en la que un elefante destroza un maizal de una aldea africana. Pues bien, lo que Taniguchi dibuja es cualquier cosa menos un maizal. Me acordé de la crítica a Milo Manara, quien en Verano indio dibuja un maizal, pero en el que las mazorcas de maíz nacen en la punta de las plantas, nada que ver con la realidad. Pero por lo menos en ese caso Manara dibujó bien las hojas de maíz.

He aquí el "maizal" que imagina Taniguchi:




Y he aquí el maizal que imagina Manara. Como ven, al menos sabe cómo son las hojas del maíz:


Pero bueno, más allá de estos detalles casi anecdóticos, estos dos libros de relatos de Taniguchi son de una extraordinaria calidad y vale la pena leerlos y tenerlos en la biblioteca. Yo compré uno de los volúmenes a través de Amazon y el otro lo compré en la librería Metales Pesados de Santiago. No recuerdo el precio, pero debe haber sido razonable. Son libros publicados por Ponent Mon, de un tamaño reducido, de manera que es interesante poder apreciar el arte en un monitor de mayor tamaño y con una buena resolución. El trabajo de digitalización lo realizó el compañero jbabylon5, incansable miembros de la grandiosa comunidad del CRG. Vayan a él mis públicos agradecimientos por tan extraordinario trabajo de edición. En especial, por permitirnos disfrutar de las páginas dobles que traen estos libros y que en el formato en papel cuesta poder apreciar bien.

Ah, una advertencia. El libro en papel viene en el orden de los mangas, es decir, la primera página es la que para nosotros es la última y se debe leer de derecha a izquierda. En el caso de esta edición digital, el orden de las páginas está en el sentido habitual con las que las leemos, pero deben leer las viñetas en el orden en que se leen en japonés: de derecha a izquierda y, por cierto, de arriba a a abajo, tal como lo hacemos también nosotros. Bueno, que disfruten esta lectura en este primer día del frío mes de junio austral.

 Descargar Mundos salvajes 1

Descargar Mundos salvajes 2


3 comentarios:

Antonio Coronel dijo...

¡Gracias!

vancho dijo...

Gracias Mayoneso. Se ve interesante, Descargando para leer...

hoffmeister dijo...

Gracias Jefe!...se ve bueno, lo dejaré en cola para leerlo cuando pueda.
No deja de sorprenderme la cantidad de tiempo que deben dedicar artistas de este noble oficio para recrear algunas viñetas. Muchas son verdaderas obras de arte. Ojalá la historieta fuera más apreciada en el mundo en general y se les diera a estos artistas el sitial que merecen. Por lo menos hoy en los planes de estudio del ramo "lengua y comunicación"(antiguo lenguaje para nosotros) se estudia este noble arte.
Se ve grandioso el arte de este material.