Amigos mampatinos, esta noche es Nochebuena y mañana es Navidad. Como para la mayoría de las familias chilenas, esta vez la Navidad tendrá un carácter especial. Parece ser que muchas familias, como la mía, han decidido prescindir de la fiebre de los regalos navideños y ese consumismo que impide centrarse en lo que en estas fechas se conmemora; el nacimiento de alguien que encarna la esperanza del reencuentro entre quienes se reconocen como hermanos. Es de esperar que quienes han sufrido en estos últimos meses, puedan encontrar un momento de paz al calor de sus seres queridos; que quienes se han sentido desfallecer ante la magnitud de los desafíos que enfrentamos como país, puedan recobrar fuerzas. Más allá de nuestras diferencias, no tengo dudas de que todos anhelamos un mejor país y que haremos lo posible porque así sea.
10 comentarios:
Felicidades, y muchas bendiciones, amigos Mampatinos!!
Continúen con esta gran iniciativa, por favor.
Ryumbel
Cuando se aproxima esta fecha se avivan innumerables recuerdos en el corazón de cada uno de nosotros: el olor a pino, el pan de pascua, los villancicos, los viejos pascueros sudando la gota gorda en sus trajes rojiblancos y barbas de algodón. Pero lo que más resalta en nuestra mente es la ilusión por los regalos, la espera por ese juguete o ese artefacto que alegraba nuestras horas infantiles. Por ese motivo la Navidad es hoy, quizás más que nunca, la fiesta de los Regalos.
Hay un sinnúmero de cosas que podemos reprocharle a esta forma de ver una fiesta que parece haber torcido demasiado su auténtico rumbo. Sin embargo, no es tan extraño asociar lo Navidad con los regalos, porque en ella se conmemora el nacimiento del mayor regalo que ha recibido la humanidad.
Hace más de dos mil años nació la persona que cambió el curso de la historia como nadie pudo haberlo hecho. Su nacimiento fue un acontecimiento humilde, sin propaganda, sin boato, sin ninguna de esas grandes cosas que nosotros llamamos “importantes”. Pese a ello, este niño vino al mundo para fundar un reino que debiera ser instaurado en lo más profundo de nuestro ser.
Hay dos palabras que resumen la esencia del Reino que nos trajo el humilde niño del pesebre, no solo para los creyentes, sino para todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para todos quienes hacen el bien desde lo más profundo de su corazón; ellas son la Paz y el Amor.
Ahora estamos en nuestro espacio de trabajos o en nuestros hogares para conmemorar la fiesta de la Paz y del Amor, para que la vivamos en el día a día. Paz para resolver los conflictos, para aceptar las diferencias, para enfrentarnos a todas esas cosas que en ocasiones se nos muestran intolerables. Amor, para dibujar una sonrisa, para alegrar las horas oscuras que inevitablemente nos toca vivir, para estar al lado del que lo necesita, para cumplir nuestra labor de la mejor manera.
La Navidad es una fiesta familiar, sin lugar a dudas, pero eso no quita que debamos inundar con su espíritu todo nuestro País.
Feliz Navidad queridos Mampatinos. Y que los mejores regalos que podamos ofrecernos sean la Paz y el Amor.
Igual feliz navidad, este es una fecha en que se reviven recuerdos de infancia para la gran mayoría.
Aunque estoy un poco perdido del blog, me paso a saludar y a desear una muy feliz Navidad a todos los gola golas que pululan por aquí.
Un gran abrazo
PD: muy bonita reflexión, Servando. Te abrazo y te transmito otro abrazo de parte de mi papá.
Espero que todos hayan pasado unas alegres navidades junto a sus familias y seres queridos, más aún durante estos momentos tan negros por los que aún atraviesa nuestro país.
Ya vendrán mejores días.
Mambrú, iguales saludos para tu Querido Padre, mi Maestro.
Ha sido una Navidad austera por causa de los conflictos sociales, pero al final, yo lo veo como una oportunidad de reflexionar sobre lo realmente importante de nuestras vidas. Con la vejez vienen las nostalgias, yo me acuerdo de mi niñez, de la emoción de los días previos, de las caricaturas navideñas que repetían año tras año nuestros entonces escasos cuatro canales. Y sí, siento que la alegría de estar juntos en familia dio paso a una competencia de quien tiene el regalo más caro, y eso distorsionó todo. Los días de necesidad que pasamos fueron un remezón a la conciencia. Nos hizo pensar, como nunca en años, qué es lo importante de la existencia. Una reflexión que se prolonga en esta Navidad, y ojalá también, para el año que viene y sus difíciles desafíos. Es hora de valorar lo más valioso de la vida, de mirar nuestra esencia. ¿Qué somos realmente, y qué necesitamos? La felicidad puede ser un estado de paso, una emoción pasajera, pero es útil para decirnos cuando estamos haciendo lo que realmente importa. Un saludo a todos, muchachos, que la Navidad que ya pasó haya sido una verdadera noche de paz, y que el año que viene sea generoso en dones, pero no materiales, sino de los realmente valiosos. Sea así.
Felizzz Navidad a todas las generaciones,y muchas gracias por este blog que permite atesorar tanto recuerdos de nuestra niñez.
Un gran saludo al Sr. Mayoneso, por gestionar este magnífico blog. De lo mejor en producto nacional,en cuanto al tema principal, Mampato, y luego los comics. Sumo a mi saludo a los habitues y aportadores que uno ya va reconociendo.Yo soy algo más periférico a esta galaxia, pero sin duda uno orbita en torno al eje central, ya mencionado. Sin duda han sido días aciagos, y queda mucho por hacer, pero creo que sin duda, el gran padre en esto, que fue Eduardo Armstrong, y luego el gran Themo, con sus sutilezas en los personajes e historias, ya la estarían buscando el lado positivo o creandolo a punta de esfuerzo, tal y como Mampato (su criatura) lo haría. Que sea un auspicioso 2020 para tod@s. Saludos desde Valparaíso.
Un gran abrazo a todos y sin duda el deseo es unanime, un mundo mejor.
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