Mientras Lucky Luke se publicó en la revista Spirou, Morris y Goscinny estuvieron de manos atadas para introducir en la historia personajes o escenas que pudieran contravenir las rigurosas normas que regulaban la creación destinada a niños. Por supuesto, no se trataba de hacer de esta serie una suerte de serie para mayores de edad, sino de introducir personajes femeninos que, como en este caso, rompen con los estereotipos de género. De este modo, cuando la serie pasó de la revista Spirou a la revista Pilote, de la que Goscinny fue redactor en jefe, los célebres autores de Lucky Luke pudieron permitirse algunas licencias.
Lo anterior aparece en uno de los artículos que vienen como complemento en estos álbumes de la editorial Planeta de Agostini. Y claro, recuerdo en uno de los álbumes publicados en Pilote que Rantanplan se come unos hongos alucinógenos. Sin embargo, la historia que comparto hoy, Calamity Jane, aún es parte del período en que se publicaba en Spirou. Esta historia se publicó en 1965-1966 y, pese a tener de protagonista a una mujer, está lejos de ser irreverente. Lo más que se permite es proferir palabrotas cada dos por tres.
Pues bien, en esta historia Lucky Luke conoce a la célebre mujer de armas tomar, quien está interesada en invertir el oro que ha acumulado y para ello nada mejor que hacerse con el saloon del pueblo al que llega junto con Lucky Luke. Este último, por su parte, viene a investigar un caso de tráfico de armas que van a parar a manos de los indios y en el que el saloon parece jugar un papel clave.
Como he dicho en entradas anteriores, la traducción de estos álbumes me ha defraudado; no solo por el hecho de traducir los textos en inglés que Goscinny incluye en algunas viñetas, sino porque hay varios errores y algunas malas decisiones. No creo que el problema sea la diferencia entre el castellano de América y el castellano de la Península Ibérica. Por ejemplo, en este álbum, cuando Calamity Jane quiere abrir un salón de té para damas en su bar, Lucky Luke le advierte que en un sitio así debe servirse té y también pastas. En el texto en francés Luke le dice que debe servir té y pasteles (des gâteaux). En esta parte del mundo, las pastas más bien las asociamos co la típica comida italiana y no con los pasteles o tartas dulces. Posteriormente, en una escena en la que unos forajidos vienen a eliminar a Calamity Jane, uno de los disparos le rompe el espejo que tiene tras la barra del saloon. Ella se enoja por esto y Luke le dice "¡Apuntaban al espejo!", a lo que le responde Calamity Jane: "¡Eso no es excusa!". Es evidente que no tiene sentido la respuesta de ella a la exclamación de Luke. Claro, porque en el original francés Lucky Luke le dice "¡No le apuntaban al espejo!", justo al revés de lo que indica la traducción. Por último, en uno de los artículos que vienen en este número al final del álbum, hay un evidente error en una fecha porque dice que el primer saloon que se construyó fue en 1922, lo que seguramente corresponde a 1822. En fin, así como estos hay varios otros errores y malas decisiones de traducción.
Por último, uno de los personajes que más hilaridad me produce en esta historia es el profesor de buenas maneras, venido de Houston para enseñarle buenos modales a Calamity. Morris se basó en el actor David Niven para caracterizarlo y lo divertido es ver cómo no sólo desentona su educación con la de los rudos hombres y mujeres del Oeste, sino cómo va poco a poco transformándose en un maleducado, a medida que va fracasando en su intento de enseñar a Calamity a comportarse como una dama.
La edición digital es de los compañeros Umbriel y Sbro, del CRG. Muchas gracais a ellos por tal calidad de edición.
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