Mirolo nos hace entrega de un nuevo número de la revista Cabrochico. En éste vienen cuatro historietas. Dos de ellas dibujadas por Jalid, una por Guidú y la otra por Lincoln Fuentes, el mismo que en Mampato dibujaba a Emilio Basset.
En cuanto al guión, dos de las historietas tienen por guionista a Diego Echeverría y otras dos a Saúl Schkolnick, quien era además el director de la revista.
A propósito de un comentario de Mirolo, debo rectificar mis juicios del otro día sobre esta revista. Aquella vez decía que me parecía muy pueril o algo así. Pero la verdad es que como proyecto cultural no tenía nada de inocente pues fue concebida desde sus inicios como una forma de revertir el proceso de dominación ideológica de los niños que opera mediante la industria cultural para niños y que promueve visiones de mundo y actitudes opuestas a los valores del humanismo y la solidaridad. Mediante los anticuentos (que develaban la personalidad criminal de algunos personajes de los cuentos clásicos), o mediante las historietas que abordaban los temas sociales y que resaltaban los valores humanos, se buscaba contribuir a formar a los niños para la sociedad que entonces se quería construir. Cabrochico fue parte del proyecto cultural del Gobierno Popular, quien a través de la Editorial Quimantú buscaba dar la batalla también en el plano de la cultura. Hoy puede sonar a ideologización, y sin duda que debió ser acusada de lo mismo en aquellos años. Tal como le pasó a Ariel Dorfman y su libro sobre "Cómo leer al Pato Donald" o al mismísimo proyecto de la ENU (Escuela Nacional Unificada). Pero en el fondo esta revista apuntaba a aquellos mecanismos que operan en forma encubierta y solapada y que son los que nos llevan a creer en la "normalidad" de la realidad que vivimos.
Aunque hoy las investigaciones sobre ideología estén desacreditadas políticamente (no intelectualmente) por el pensamiento uniforme que viene impuesto por este sistema que pocos se atreven a cuestionar, la verdad es que aportes como los de la revista Cabrochico pudieron haber sido fundamentales para liberar las mentes de los niños de las cadenas ideológicas a las que están expuestos en una sociedad donde la explotación del hombre por el hombre se acepta como natural.
En fin, no quisiera desviarme hacia temas que son polémicos y frente a los cuales la mayoría reacciona con desaprobación. Solamente quería hacer esta precisión, a propósito de lo que comenté apresuradamente hace unos días sobre una revista que no era una revista cualquiera.
Una vez más quiero agradecer a Mirolo por su enorme colaboración e invitar a todos los que tengan algún tesoro guardado, a compartirlo. ¿Qué mejor forma de contribuir a cambiar esta sociedad del egoísmo?
En cuanto al guión, dos de las historietas tienen por guionista a Diego Echeverría y otras dos a Saúl Schkolnick, quien era además el director de la revista.
A propósito de un comentario de Mirolo, debo rectificar mis juicios del otro día sobre esta revista. Aquella vez decía que me parecía muy pueril o algo así. Pero la verdad es que como proyecto cultural no tenía nada de inocente pues fue concebida desde sus inicios como una forma de revertir el proceso de dominación ideológica de los niños que opera mediante la industria cultural para niños y que promueve visiones de mundo y actitudes opuestas a los valores del humanismo y la solidaridad. Mediante los anticuentos (que develaban la personalidad criminal de algunos personajes de los cuentos clásicos), o mediante las historietas que abordaban los temas sociales y que resaltaban los valores humanos, se buscaba contribuir a formar a los niños para la sociedad que entonces se quería construir. Cabrochico fue parte del proyecto cultural del Gobierno Popular, quien a través de la Editorial Quimantú buscaba dar la batalla también en el plano de la cultura. Hoy puede sonar a ideologización, y sin duda que debió ser acusada de lo mismo en aquellos años. Tal como le pasó a Ariel Dorfman y su libro sobre "Cómo leer al Pato Donald" o al mismísimo proyecto de la ENU (Escuela Nacional Unificada). Pero en el fondo esta revista apuntaba a aquellos mecanismos que operan en forma encubierta y solapada y que son los que nos llevan a creer en la "normalidad" de la realidad que vivimos.
Aunque hoy las investigaciones sobre ideología estén desacreditadas políticamente (no intelectualmente) por el pensamiento uniforme que viene impuesto por este sistema que pocos se atreven a cuestionar, la verdad es que aportes como los de la revista Cabrochico pudieron haber sido fundamentales para liberar las mentes de los niños de las cadenas ideológicas a las que están expuestos en una sociedad donde la explotación del hombre por el hombre se acepta como natural.
En fin, no quisiera desviarme hacia temas que son polémicos y frente a los cuales la mayoría reacciona con desaprobación. Solamente quería hacer esta precisión, a propósito de lo que comenté apresuradamente hace unos días sobre una revista que no era una revista cualquiera.
Una vez más quiero agradecer a Mirolo por su enorme colaboración e invitar a todos los que tengan algún tesoro guardado, a compartirlo. ¿Qué mejor forma de contribuir a cambiar esta sociedad del egoísmo?
3 comentarios:
Hola Mayoneso...sigo digitalizando más revistas Cabrochico, eso sí no he encontrado ninguna más en la zona, eso sí entré a los archivos de la Biblioteca Nacional y logré ubicarlos, para que aquellos que vivan en Santiago puedan acceder a ellos físicamente. Estos son:
no.57 (1972:oct.)-no.70 (1972:dic.)
no.44 (1972:jul.)-no.56 (1972:set.)
no.31 (1972:abr.)-no.43 (1972:jun.)
no.21 (1972:ene.)-no.30 (1972:mar.)
no.11 (1971:oct.)-no.20 (1971:dic.)
no.10 (1971:oct.)
no.1 (1971:jul.)-no.8 (1971:set.)
Parece que no tienen el Nº09, pero yo lo subiré en su momento. Saludos a todos.......mirolo
Gracias por los datos mirolo. Vere si hay forma de conseguir esos ejemplares en la BN.
Saludos.
Gracias amigo Mirolo!!!!
Por esta simpatica revista... y como dice el dicho:
"uvita a uvita un zorzal se come una viña" de esta manera con sus entregas podremos atesorar una gran coleccion ... pero de apoquito jajajaja
un abrazo
Atte
Enrique Chicano
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