lunes, 30 de mayo de 2016

Mayoneso in NYC

Amigos, ando de vacaciones en Nueva York con mi mujer así que por eso tengo el blog sin actualizar. He andado buscando algunos tesoros escondidos en la Gran Manzana, para deleitar a los mampatinos.

See you soon!

Mayo in New York, por MaGoTo


Junto a una de las maravillas del Arte Déco

Buscando tesoros en Manhattan

sábado, 14 de mayo de 2016

Índices de Mampato [Boris Borneck]





Nuestro amigo Boris Borneck nos envía estos tres índices de Mampato, de los cuales hay dos que no teníamos en nuestra colección. Se trata de los índices 101-150 y 251-300.

Muchas gracias a Boris por ayudarnos a completar estos valiosos índices, los que además vienen en alta resolución.

Los pueden descargar en formato cbr desde los siguientes enlaces:

Mocha Dick [el raulho]


El amigo raulho nos envía esta colaboración. Se trata de la historia de Mocha Dick, de Francisco Ortega y Gonzalo Martínez. Ortega es escritor y guionista, algunas de cuyas obras han sido best-sellers en Chile, como "El verbo Kaifmann". Lo empecé a leer pero lo dejé a las pocas páginas porque al lado de "Pastoral americana", de Philip Roth, el que leí hace poco, resulta inevitable sentir que se pierde el tiempo leyendo algo como lo que escribe Ortega. Pero más adelante espero retomar ese best-seller porque no soy prejuicioso con los escribidores, jajaja.

Bueno, de Gonzalo Martínez leí "Quique Hache", la que comenté aquí mismo en el blog hace unos años. Su dibujo no es de mis preferidos pero al menos es alguien que respeta perspectiva y proporciones, lo que ya es bastante hoy por hoy, considerando la calidad de algunos nóveles ilustradores chilenos.

Bueno, les dejo un comentario escrito por el raulho a quien agradezco el trabajo de digitalización y edición de esta historieta.

Mocha Dick, la leyenda de la Ballena Blanca, apareció en diciembre de 2012 para elevarse como una de las novelas gráficas más importantes en la historia del cómic chileno. La dupla de Francisco Ortega en el guión y Gonzalo Martínez en el dibujo logró mezclar hechos históricos, leyendas mapuches, literatura universal y, por supuesto, creación original, para contar la mejor historia sobre la gran ballena blanca de Chile.
Mocha Dick trata de dos adolescentes, Caleb Hienam y el joven mapuche Aliro Leftraru. Ambos se conocen en un barco y cuando la embarcación se topa con un ballenero que viene de recibir el ataque de la gran ballena blanca, Caleb y Aliro deciden emprender un gran viaje para desentrañar el origen de la leyenda de Mocha Dick. Así, en la primera escala, llegan a Tirúa, frente a Isla Mocha, y descubren cómo el mágico mito se mezcla con la realidad del pueblo mapuche y logran asimilar todo lo que la gran ballena representa. Es en Tirúa, donde este par de aventureros jóvenes decide transformarse en “los protectores de la ballena blanca”. La segunda escala es en Buenos Aires, en donde abordan el “Peleg Hawthorne”, un ballenero en el que sus tripulantes son rudos marineros, que exudan la violencia propia de quienes se ganan la vida matando. Abordo de esta embarcación, la aventura se pondrá más que peligrosa, conocerán enemigos, también amigos y, por supuesto, a la gran Mocha Dick.
Esta novela gráfica también homenajea a esas grandes y universales aventuras del mundo del cómic, como las de Tintín, las de Corto Maltés y por supuesto, a las de Mampato. En el año del fallecimiento de Themo Lobos, Mocha Dick es también un homenaje a su obra (en las primeras páginas, de hecho, hay una dedicatoria a él) y a esa entrañable forma de entretener a los lectores, con historias documentadas y transversales.
Mocha Dick es una historia simple, sin giros rebuscados o historias paralelas que luego se mezclarán, para pretender que un guión complejo es un buen guión, y mucho menos cae en el chovinismo de “lo chileno” como algo liviano y de mal gusto.
Es una gran aventura, entretenida y muy bien narrada, que hace a la historia fluir, como navegando en el mar y en la que uno como lector, se siente viajando al lado de sus adolescentes protagonistas.
Mocha Dick nos invita a navegar sobre un ballenero, como polizontes en un barco rodeado de peligros que van desde su agresiva tripulación, hasta legendarios monstruos marinos. Mocha Dick nos invita ser Jonás y dejarnos tragar por este gran cachalote albino, esa leyenda que sentíamos lejana pero que ahora sabemos que nos pertenece y que nos rodea. Mocha Dick es el cómic que me hubiera gustado leer a los 12 años, un cómic que se debe disfrutar ahora y para siempre.
Muchas gracias, Ortega y Martínez.