viernes, 29 de octubre de 2010

Tunga - Tomo 5 - Los hombres rojos [Biblioteca Mampato]

Un nuevo volumen con las aventuras del ghmour. Son 40 páginas para deleitarse con el arte de Aidans. Comme d'habitude, les dejo con las palabras de Fran Solo, el responsable de esta edición de nuestra Biblioteca Mampato Bicentenario:

"Las opiniones vertidas en este blog, son responsabilidad de quien..... bla, bla, bla... y blá."
Dejo en claro que en el marco del respeto hacia ustedes, amables lectores, mis opiniones tienen por objeto generar algún debate. Por supuesto, yo doy mis razones de por qué opino lo que opino. Aventuro alguna idea con el objetivo de generar otras ideas y/o visiones. Estoy abierto a las réplicas que opinen distinto de mí, peeeero, ¡con fundamentos de peso! Por lo mismo, sugiero no leer una vez lo que escribo, sino, ¡varias veces para una comprensión total! Pues, en mis aseveraciones, trato de no permitir dobles lecturas (creo ser muy directo y claro).

Aclarado el punto, vamos a mi visión del buen cómic.
Siguiendo la serie de aventuras de Tunga nos encontramos con esta de "Los hombres rojos". Aidans ha hecho grandes aportes al género. Un maestro en el dibujo de animales y algún que otro traspié por mirar demasiado al lado (ver "Lucha de gigantes"). Sigo con Aidans, ¿qué puede ser lo valorable de este y otros dibujantes de la BD?
¿Lo saben ustedes?
¿Sí?
¿No?
Mi respuesta: su constante EVOLUCIÓN en pos de mejorar lo hecho. En esto, las posibles influencias desaparecen totalmente para quedar la personalidad definitiva.
Baste ver los primeros Tunga a los últimos. O tomemos otros ejemplos: Hermann con Bernard Prince (ver sus primeros trabajos y compararlos con los últimos... ¡vaya, vaya!), de verdad la evolución es notable, el mismo Uderzo con Asterix, sus primeros dibujos eran extrañísimos como feísimos.
Hablando de Sudamérica, pasa algo similar con los argentinos; por ejemplo Juan Giménez, ver sus creaciones de antaño con lo que hace hoy... hay un salto colosal.

Ocurre lo mismo con Aidans, esta historieta "Los hombres rojos" termina con la muerte del "gatito" de Nooún, Aramh. Para luego comenzar con una mini historia del reencuentro de Nooún con Aramh, en esta entrega ya se divisa un claro cambio en la línea y la forma de dibujar de los personajes, por parte de Aidans.
A lo largo de la historia de todo el arte, especialmente en el noveno. La evolución estilística, el trabajo constante y prolijo es crucial para traspasar fronteras. Por lo mismo que en el recóndito Chile sabemos de ese gran movimiento originado en Bélgica en los años 60 llamado BD.
Algún día será vice y versa.
Espero estar vivo para verlo.

Fran Solo

Descargar Tunga y los hombres rojos: Megaupload - Mediafire

11 comentarios:

Mambrú dijo...

Estimadísimos:
Con el sólo objeto de pelearme con el solitario Han, lo cual resulta siempre muy saludable, me permito hacer dos comentarios:
El "gran movimiento originado en Bélgica en los años 60 llamado BD" no se origina en los años 60 ni se llama BD.
Como prueba de lo primero bastan, como testimonios definitivos de la cuestión, las referencias a Tintin (1929), Quick et Flupke (1930), Jo Zette y Jocko (1935), Spirou (1938), Tif et Tondu (1938), Blondin et Cirage (1939), Jean Valhardi (1941), Blake y Mortimer (1946), Lucky Luke (1946), Johan y Pirluit (1946), Corentin (1946), Buck Danny (1948), Alix (1948), Chick Bill (1953), Lefranc (1954), Jerry Spring (1954). Y sólo he citado las BD más famosas, nacidas antes de 1955.
Y en relación con el nombre de BD (bande dessinée), este tiene un origen aún anterior, pues es aquél con el cual se designa, en los países de lengua franca, a las historietas o tiras cómicas que llegan desde USA, ya en las postrimerías del siglo XIX. Y la creación autóctona (franco-belga) de BD se remonta a los comienzos del XX, donde podemos encontrar algunas piezas maestras como "Pieds Nickelés", de Louis Forton.
En realidad, el movimiento en el que piensa el solitario Han es aquello que se ha dado en llamar "escuela franco-belga de la BD" que, como queda dicho, hunde sus raíces mucho antes de la década del 60.
En lo que podría estar de acuerdo con Han, es en la afirmación de que la época dorada de la misma escuela, su cumbre creativa y estilística -tanto en los dibujos como en los argumentos-, se alcanza en aquella década (aunque me atrevería a añadir el primer lustro de la década de los 70).
Y aquí viene el segundo comentario: como pasa casi siempre que se alcanza una cumbre, después de la cumbre viene el descenso. Y la BD franco belga no ha escapado a esa lógica. Pero no sólo ha decaído como escuela o movimiento, sino que muchos autores han personalmente decaído en la calidad de sus textos y/o dibujos. Y esta es la semi-objeción que planteo al solitario Han (todo sea por discutir): en el noveno arte (como en todos los demás) no todo es, desgraciadamente, evolución para mejorar, sino que tambien encontramos la involución engendrada por la mediocridad y la comodidad del éxito ya alcanzado. Para que el debate sea sustancioso y no mera palabrería, me atrevo a entrar en el pedregoso terreno de los ejemplos concretos: y comienzo por el mismo Aidans y su obra maestra, que es Tunga: aunque es verdad que el dibujo y el argumento de, por ejemplo, “El señor de los mamuths” (1973), son muy superiores a los de “La horda maldita” (1964), pienso que no es menos cierto que en “La ley y la sangre” (1986) ambos han decaído mucho, y aún más en “La mort du geant” (1995). Pero si en Tunga y Aidans esta decadencia es discutible, creo que hay otros ejemplos indiscutibles: Charlier y Giraud en “Jim Cutlass” por comparación a “Blueberry”; Tabary en “Iznogud”; Jacques Martin en “Lefranc”; Tibet y Duchateau en “Ric Hochet”; Jean Graton en “Michel Vaillant”. La decadencia de la escuela como tal, por su parte, se puede percibir muy claramente, además de en una mirada general al estado actual de la BD franco belga, en el seguimiento de ciertas series consagradas que han cambiado de manos, como “Lucky Luke”, “Bob Morane” y “Spirou y Fantasio”.
Pero como no todo puede ser tan negro, termino con la referencia optimista a autores y series que no han hecho sino mejorar, según aquél espíritu de constante superación que destaca el solitario Han. Como no quiero seguir alargándome, voy a señalar uno sólo, a modo de homenaje, y con la esperanza de que quienes lean estas líneas se embarquen en su lectura, si es que no lo conocen ya: me refiero a Roger Leloup, gran discípulo de Hergé, que alcanza su consagración en una serie extraordinaria, titulada “Las aventuras de Yoko Tsuno”. No me cabe duda de que pasará a la historia entre esos raros autores que consiguen reunir en sí mismos a un gran dibujante y excelente guionista.
Saludos cordiales
Mambrú

Fran Solo dijo...

¿Dispara Vd.? o ¿disparo yo?
¡Disparo yo!
Queridísimo Mambrú, ¿qué es lo 1ero. que sugiero al leer mis textos?
¡Leerlo varias veces! ¿no ve que saltan los pequeños errores de comprensión de lectura al emitir réplicas un tanto apresuradas?
En todo caso, ya echaba de menos argumentos de fondo, que siempre son bienvenidos.
¿Por dónde comienzo? ¡Ah, sí! ¡Por el principio!.

-"Por lo mismo que en el recóndito Chile sabemos de ese gran movimiento originado en Bélgica en los años 60s llamado BD."
Me encanta autocitarme, je, je, jueee.
Puede que esté errado en mi calculo, pero, claramente me refiero que nuestro Chile, pudo saber algo de la BD en los años 60... incluso después.

-"Y aquí viene el segundo comentario: como pasa casi siempre que se alcanza una cumbre, después de la cumbre viene el descenso. Y la BD franco belga no ha escapado a esa lógica. Pero no sólo ha decaído como escuela..."
Mambrú.
Viejo querido, de acuerdo absolutamente con tu planteamiento. De acuerdo también con el ejemplo que das de Tunga "El señor de los mamuts" y yo agregaría uno superior en guión y dibujos "Pánico colectivo", aquel del Yeti. Creo que es aquí, la cúspide Aidans como dibujante, lo que le sigue denota un desgaste, el descenso.

"Por lo mismo que en el recóndito Chile sabemos de ese gran movimiento originado en Bélgica en los años 60s llamado BD.
Algún día será vice y versa."
Vuelvo a autocitarme y te pregunto Mambrú, ¿crees que en Chile será vice y versa? Tendremos Aidanes, Moebiuses, Uderzos, Vances, etc. etc?
Justifique por si o por no.

Mayoneso dijo...

Respecto al ejemplo de Lucky Luke. A mí en lo personal me parece que el problema fue cuando Morris trabajó con guinoistas definitivamente fomes. Reemplazar a alguien como Goscinny no es posible pero creo que cuando Morris escribía sus propios guiones, le quedaban bastante buenos, a diferencia de lo que sucede con Uderzo. A mí siempre me han gustado las primeras historietas de Lucky Luke y, aunque se trate de un humor menos inteligente que el de Goscinny, son superiores a las de guionistas como Jean Léturgie.

Sobre Yoko Tsuno, estoy completamente de acuerdo con Mambrú.

Ah, y lo que precisa Fran Solo como error de lectura, creo que está originado en un problema de sintaxis.

Saludos a ambos.

Mambrú dijo...

Estimadísimos Han y Manganeso:
Responderé en mensajes sucesivos, para evitar las dificultades de un texto muy largo.
En relación con la pregunta del solitario Han, sobre si algún día Chile tendrá Uderzos, Goscinnyses, Charlieres, Giraudes y Hergéses, he de confesar que soy más bien pesimista, pero no sin razones: un movimiento como la escuela franco-belga surge de un ambiente cultural profundo y desafiante. Cuando grandes masas de jóvenes se forman en medio de buenas lecturas, entre movimientos artísticos sorprendentes, en sociedades llenas de contradicciones, pero también llenas de ideales, entonces es posible que surja un grupo notable de creadores plásticos y literarios que se entreguen de lleno a esa aventura irrepetible que fue la escuela franco-belga de la BD.
Por el contrario, cuando aquellas masas de jóvenes han sido educadas por "Morandé con Compañía", son incapaces de leer un texto de más de 5 páginas, escriben en el lenguaje del chat y se desenvuelven en una sociedad que no les impone más desafíos que los del consumo, entonces no hay esperanza de que de entre ellos surga un movimiento artístico como la escuela franco-belga de la BD.

Mambrú dijo...

En cuanto a Lucky Luke, estimado Manganeso, he de confesarle que yo también prefiero los guiones iniciales de Morris, antes que otros de los que sucedieron a Goscinny. Pero pienso que eso se debe a dos razones (que, intuyo, también se podrían aplicar a usté):
1º Somos unos románticos y, como tales, siempre preferiremos los inicios dubitativos de un autor que luego -a punta de esfuerzo y perfeccionamiento- se consagró (y nos cautivó), que no los finales o segundas partes de autores que no dan el tono de las genialidades que cayeron en sus manos.
Por eso, también nos gusta el Spirou de Jijé, o el del primer Franquin -que eran fomes de fomedad total, y no muy bien dibujados-, pero abominamos del Spirou-manga de Morvan y Munuera -aunque sean mejores técnicamente, tanto en dibujo como en guión-; y volvemos con gusto las páginas de Blueberry en "Fort Navajo" (Charlier - Giraud), pero no nos tragamos el Blueberry de "La sirena de Veracruz" (Corteggiani - Blanc-Dumont).
2º Los guiones de Morris eran simplones e infantiles, pero honestamente simplones e infantiles (es decir, que no tenían nada de pretenciosos). Lo que pasa con los guiones post-Goscinny, pienso, es que no retornan a esa simplicidad, sino que intentan mantener (y fracasan estrepitósamente) ese humor inteligente y sofisticado del gran René, que permitía lecturas paralelas según la edad del lector.
De cualquier manera, no sin pena he de advertir que, en Lucky Luke no decayó sólo el argumento, sino también los dibujos del propio Morris...

Mambrú dijo...

Para terminar, y disculpen ustedes lo largo, dos cosas:
La primera: un agradecimiento a Manganeso y su sentencia sobre la pequeña disputa de Han y Mambrú sobre comprensión lectora. Además que ha dado una lección de elegancia a Mambrú, justo cuando éste estaba a punto de acusar de caradura al solitario Han...
La segunda: una sugerencia de lectura para Han, porque ya he perdido la esperanza de sugerir algo nuevo a Manganeso (¡¿es que acaso ha leído, usté, toda la BD?!). Mire una serie -muy difundida en francés y muy poco en castellano- que se llama "Les tuniques bleues". Si en algo he descubierto sus gustos (los del solitario Han), creo que le encantará el dibujo (el de Willy Lambil, que toma la serie en el 5º álbum). Que va acompañado de un excelente guión (no es la fórmula de Goscinny, pero también permite esa lectura paralela, según quién sea el lector). Y, para más remate, es otro buen ejemplo de una serie que no decae, sino que se perfecciona, a pesar de sus más de 50 títulos.
Saludos cordiales
Mambrú

Mayoneso dijo...

Estimado Mambrú, ¿me creería si le digo que no he leído nunca "Les tuniques bleues"? De hecho, ni siquiera tengo ejemplar alguno ni en papel ni digital. Eso le demuestra que no me he leído todo, y eso que me pasaba largas horas devorandos BDZ en una biblioteca pública del Reino de Bélgica cuando era un joven con tiempo de sobra.

Por lo general, a mí me entran las cosas por la vista y hay muchas historietas que nunca leí porque me parecieron feos los dibujos. Sólo cuando fui un adulto hecho y derecho me di la oportunidad de leer el tipo de historieta que son las preferidas de ediciones como Glenant y otras, muchas de las cuales me parecían cualquier cosa menos historietas.

Respecto a "Les tuniques bleues", me dispongo en estos momentos a descargarla pues confío en su criterio tanto como en el de mi amigo Fran Solo.

Un comentario al margen. El otro día pasé por la calle San Diego y en el local de Luis Rivano tenían una caja de revistas El Peneca. Parece que eran de fines de la década del cincuenta pero descubrí que Franquin era uno de los dibujantes que aparecía. Asimismo, vi una serie con guión de Goscinny. No recuerdo cuál era, pues no la reconocí. En todo caso, eso demuestra que algunos clásicos de la BD franco-belga probablemente fueron difundidos en Chile antes de los años sesenta.

Mayoneso

Fran Solo dijo...

"En relación con la pregunta del solitario Han, sobre si algún día Chile tendrá Uderzos, Goscinnyses, Charlieres, Giraudes y Hergéses, he de confesar que soy más bien pesimista, pero no sin razones:"
Mambrú

Psí, es un tópico necesario de abordar y responder. Por supuesto aclaro, no se trata de que en Chile aparezcan clones de los artistas mencionados (en esto si que quiero ser claro). Me refiero al genio y el talento en el dibujo de un grupo de dibujantes y guionistas (inspiradores, genios), nada más.
¿Qué ha pasado en Chile?¿Cuántos dibujantes fueron exportados o trascendieron fuera de la frontera en estos últimos 60 años. No hablemos a nivel latino, sino, hacia Europa o EEUU.
Pasan cosas, el medio para un artista del 9no. arte en Chile es malo. ¡Entiéndase! me refiero a que no se puede vivir del dibujo de historietas y esto es crucial para poder "exportar" distinguidos artistas (en esto apoyo y solidarizo con mis hermanos historietistas chilenos, un túnel sin fondo), tema por el cual también me vi forzado a dejar las tintas para el 9no. arte tempranamente, esto lo digo sin orgullo ("la necesidad...").
Siguiendo con la exportación, Argentina lleva una enorme ventaja sobre el resto de latinoamérica: exportan dibujantes; y varios (Pratt, Altuna, Giménez, Chichoni, por nombrar unos pocos.).

Y los que lo logran en Chile (vivir de las historietas), caen en una gran autocomplacencia; es decir, no siguen evolucionando (es que "en el país de los ciegos..."), la ley del mínimo esfuerzo y no trascienden más allá de la puerta de su casa.
Un pequeño círculo vicioso. Mas hoy, la tendencia es a la expansión gracias a Internet. También quiero ser claro a que me refiero a los artistas que aun usan sus manos para dibujar y pintar (los que trabajan), no a los "neo-ilustradores" post Photoshop o de computador. Tampoco a los que dibujan Manga (no son creadores, definitivamente).

Por último Mambrú, gracias por tu sugerencia de revisar "Les tuniques bleues", de buenas a primeras me recuerdan los dibujos de Morris.
Y nuestro buen anfitrión Mayoneso, si que sabe del 9no. arte. Lo digo, he aprendido muchísimo con vosotros dos (todo lo que sabía, ha sido de manera muy instintiva).

Mambrú dijo...

Pues me alegro de haber dado con una BD que no se encontraba en sus archivos mentales. Ya me dirán qué les parecen guión y dibujos.
En todo caso, creo que la etapa realmente valiosa comienza con los dibujos de Lambil. Y aunque Salverius (el primer dibujante) guardaba un cierto parecido con Morris, el dibujo de Lambil se acerca más (guardando las proporciones) al de Uderzo. No, desde luego, por el tipo de caricatura ni por la composición de las viñetas, pero sí en el trazo, el acabamiento de las figuras, el nivel del detalle y el magnífico uso del color (para ejemplo, pueden mirar el álbum 43, "Des bleus et des blues"). En el tipo de caricatura pienso que se halla a mitad de camino entre el Derib del primer "Buddy Longway" y el Peyo de "Valentín Acero".
En cuanto al guión, tiene altos y bajos, como es natural en una serie de tan larga duración, pero hay algunos álbumes que, para mi gusto, rozan la perfección (sólo como ejemplo: nº 6, "La prision de Robertsonville"; nº 11, "Des bleus en noir et blanc"; nº 26, "L'or du Quebec"; nº 32, "Les bleus en folie"; nº 45, "Émeutes à New York". Este último es, además, un ejemplo vivísimo de una de las mayores virtudes de la escuela franco-belga: la seriedad y profundidad en el estudio e investigación previos a la creación de una historia, incluso cuando se trata de un serie cómica como la presente).
Quedaré a la espera de sus comentarios. Y muy especielmente del experimentado juicio crítico de Han sobre los dibujos de Lambil. A ver si mi opinión de amateur se acerca o no a la realidad de los hechos.
Saludos cordiales
Mambrú

hoffmeister dijo...

Al leer tan grata discusión sobre el arte historietas y sus autores de parte de ustedes, se me viene a mi cabeza la frase : "solo se que nada se..."
Gracias por compartir sus experiencias.

blacksuite05 dijo...

gracias