Estimados amigos, en lugar de contestar en la sección de comentarios a la que hace referencia Fran Solo en el chat, me pareció más sensato hacerlo, aquí.
La verdad es que mi comentario sobre lo de Watami no era por la ausencia de agradecimientos. En realidad, cuando decidí compartir mis revistas aquí en la web era, entre otras cosas, para compartir también opiniones, miradas, ideas o experiencias con otras personas para las que como yo, este tipo de objetos culturales tenía gran significado. En ese sentido, más que esperar agradecimientos por lo de Watami, esperaba algún comentario, opinión o cualquier cosa semejante sobre esa historieta. Quería saber qué tal les había parecido el dibujo, si encontraron interesante el guión, si creían que valía la pena buscar la continuación de esas aventuras, etc.
Tal vez me apresuré en emitir una opinión sobre la indiferencia que me pareció ver en la ausencia de comentarios. Es que me acordé de la edición de Sigfrido de Mario Igor la que, salvo una persona, no produjo en nadie algo que ameritara siquiera una opinión.
De verdad que el tema de los agradecimientos es para mí bastante secundario. No tengo problemas de autoestima y eso de tener que depender de la adulación ajena para reafirmarme como sujeto, no es algo que realmente crea necesitar. Si alguien agradece, muy bien. Siempre es agradable ver que la gente tiene buenos modales pero más que eso, lo que realmente me motiva a continuar es el que este espacio sirva también como un espacio de conversación sobre estas "revistas de monitos" que tanto nos gustaban cuando niños.
A diferencia de otros blogueros, no me sentiría conforme con que cada uno de los que descargara, diera las gracias. Si eso significara no comentar, aportar con opiniones o compartir experiencias, sería realmente demasiado frustrante. Prefiero menos agradecimientos y más opiniones. Conocer lo que cada cual piensa sobre tal o cual revista, tal o cual autor, etc. Por eso también hago algunas encuestas (que viene a ser algo así como una deformación profesional) pues es una forma de conocer qué opinan o qué piensan de muchas de las cosas que he posteado en el blog. Yo entiendo que el tiempo de verdad sea un impedimento. A mí también me cuesta muchas veces contestar enseguida un e-mail, tal como lo planteaba Fran Solo en su comentario, pero en la medida de lo posible, ojalá se pudieran sumar miradas y juicios sobre las obras que estamos compartiendo.
Afortunadamente aquí hay varios que han hecho muchas contribuciones en ese ámbito. Ha sido muy gratificante leer a Cristián y sus recuerdos sobre el huaso Ramón o sobre su secreta admiración por Vlassof; a Francisco y su aporte de la historia de Ramón y el Alef; a Rodrigo y sus comentarios desde Lima; a Enrique y su desbordante entusiasmo y valiosos aportes; a Hoffmeister y su atenta mirada a los contenidos de los Mampato y su generosidad para compartir con nosotros su alegría por el nacimiento de su pequeña hija; a Mirolo por sus valiosos comentarios y por sus invaluables aportes; a MaGoTo y sus excepcionales trabajos de reedición; a Fran Solo (a quien hemos conocido en este último tiempo) y su mirada más técnica a las historietas. Como también ha sido muy gratificante la desinteresada colaboración de Bruno y sus portadas reeditadas y sus historietas coloreadas; asimismo, el aporte de Pancho, quien desde Punta Arenas se dio el tiempo de desarrollar el útil revistero. En fin, sé que corro el riesgo de olvidar nombres pero quería tratar de expresar el sentido que tiene para mí, e imagino que para muchos de quienes sólo nos leen, el poder compartir una opinión. Nada más. Si dan o no dan las gracias por las descargas, es un pelo de la cola. Por eso tampoco seguí la sugerencia que dejó FAM sobre eso de colocar un botón de "agradecimientos automáticos". Fran tenía razón, no es necesario porque no es eso lo más importante en este tema.
Así que estimados, doy mis disculpas por el tono de mi apresurada queja. Así como no me parece buena idea amenazar con privatizar o cerrar el blog, tampoco creo que lo sea el uso del chantaje moral. Tomen esto simplemente como un acto movido por lo que algunos especialistas llaman racionalidad expresiva, que en términos simples no es otra cosa que las ganas de expresar lo que uno siente.
Mayoneso