Sobre la situación de las descargas directas

Estimados amigos, enero ha sido un mes muy malo para este blog porque no pude actualizarlo como hubiese querido,  y porque además justo coincidió con la arremetida del FBI contra Megaupload y el consiguiente efecto dominó que se produjo en los servidores utilizados para las descargas directas.

Yo era de aquellos que tenían cuenta premium en Megaupload y justo la había renovado por seis meses a comienzos de enero, de modo que ese dinero lo más probable es que lo pierda. Lo mismo me sucedió con una cuenta premium que tenía en Filesonic. Aunque no está caído este último servidor, solamente permite acceder a los archivos que ha subido uno mismo.

Lamento haberme acostumbrado a las descargas directas y a hacer uso de todo el ancho de banda contratado con mi proveedor de Internet. Esa era una de las principales ventajas que ofrecía la descarga directa, además de encontrar material desactualizado pero que muchos conservaban en sus cuentas personales. De hecho, si tanto la posibilidad de ver películas online como la de descargar con rapidez la información o material que se busca, ya no será posible, no tiene mucho sentido cambiarme a un plan de mayor velocidad con mi proveedor de Internet, que es algo que había estado barajando.

No entraré a discutir si los dueños de Megaupload son víctimas de una conspiración mundial que quiere controlarnos a todos los internautas o si se trataba simplemente de una asociación ilícita para delinquir violando derechos de propiedad intelectual. Lo único que puedo decir es que las estructuras normativas del derecho parecen claramente estar quedando obsoletas, no solamente por todo aquello que permite en la actualidad la tecnología sino además porque la conciencia moral de los ciudadanos comunes y corrientes también parece haber quedado desacoplada de las normas jurídicas. Aunque a veces siempre sale alguien a insultar a quienes compartimos material en Internet, acusándonos de ladrones y otras cosas semejantes, la verdad es que desde el punto de vista de nuestra conciencia moral, ninguno de nosotros se siente un criminal. No niego que estemos cometiendo delitos penados por tal o cual ley sino que más bien lo que ocurre es que estas últimas ya no se corresponden con los niveles de desarrollo moral ni con los niveles de desarrollo técnico de una sociedad como la actual. No es mejor ni peor, simplemente digo que hay algo que parece haber cambiado y que sin duda afecta intereses comerciales de grupos y corporaciones. Suponer que tras las medidas tomadas en enero por el FBI o que tras los proyectos de ley en vías de tramitación hay simplemente un deseo de proteger al artista o al creador frente a los que deseamos robarle algo que le pertenece, sería una ingenuidad. Los derechos de propiedad intelectual son de hecho un arbitrio que se sostiene sobre la base del derecho y los tribunales y que no está ajena a la evolución que experimentan la sociedades, de modo que tarde o temprano la sola idea de propiedad intelectual se verá superada por la evolución de la sociedad.

Pero volviendo al problema que se ha suscitado con el cierre de Megaupload, al menos siguen existiendo alternativas. Por suerte nunca dejé de usar Emule y Torrent . El primero ha sido mi más fiel vía de acceso al mundo de las historietas. Como lo he dicho en otra oportunidad, desde que salió Emule que he estado usándolo para descargar historietas digitalizadas. Al respecto, debo decir que muchos de quienes descargamos historietas no le hacemos un daño a la industria editorial sino muy por el contrario. Yo no habría sabido de la existencia de muchas de las historietas que he comprado en papel, de no haber sido por la divulgación mediante su formato digital. Así me pasó con varias de las colecciones que tengo: mi colección completa de la edición integral de "Les casseurs", al igual que con mi edición integral de "Buddy Longway", mi completa colección de "Tanguy et Laverdure" o mi colección completa de "Jerome K. Jerome Bloche". Si a ellas les sumo mis colecciones integrales de Rahan, Ric Hochet, Bernard Prince, Dan Cooper, Luc Orient, Yoko Tsuno, Michel Vaillant y muchas más, estoy seguro que la industria editorial ha salido ganando conmigo en lugar de haber perdido. Y de no haber sido gracias a foros como Emulebdz, simplemente se habrían visto privados de los varios miles de euros que me he gastado en sus libros.

Por supuesto que no podría comprar todas las historietas que tengo en formato digital pero de no haberlas leído primero en dicho formato, simplemente nunca se me habría ocurrido comprarlas en su edición en papel, de modo que si tampoco se nos permite compartir las versiones digitales de nuestras revistas de historietas, la industria editorial se verá igual de afectada que nosotros. Tal vez a muchos les cueste entender esto pero así son los hechos.

Lo mismo sucede con la edición de material en Chile. Sea Themo Lobos o quien sea, gracias a la práctica de compartir nuestras revistas es que algunos proyectos editoriales han podido concretarse pues de lo contrario simplemente nadie sabría siquiera que existen. A la vez, muchos de nosotros hemos adquirido esas ediciones en su formato en papel. Como he dicho, con nosotros no han perdido dinero ni Themo ni las editoriales sino que, por el contrario, han hecho un buen negocio. Y eso está muy bien y es legítimo. Pero que no se diga que la crisis de la industria editorial se debe a que grupos de fanáticos comparten sus revistas en Internet porque eso no se condice con los hechos. Además, la mayoría de nosotros paga por el acceso a Internet y paga por el acceso a servidores que almacenan información. Habría que ver cómo ese dinero se distribuye entre quienes se sienten legítimos propietarios de los derechos de copyright.

Bueno, pero a la espera de que se aclare el panorama y sepamos en qué servidores podemos confiar para subir el material del blog, seguiré usando Mediafire, pese a que se sabe que ha autorizado al FBI a hacer una completa revisión de sus servidores y que probablemente tengan que borrar todo el material que viola derechos de propiedad intelectual. Si llegase el caso de no poder contar con un servidor público y gratuito, pienso publicar enlaces de descarga vía Emule. Yo uso Linux y la versión para ese SO es igual de buena que la versión para Windows, así que al menos en ese sentido no habrá problema en seguir compartiendo nuestras colecciones de revistas mientras Big Brother nos permita hacerlo.