"Es increíble todo lo que amontonamos, lo que acumulamos, lo que clasificamos, ordenamos, organizamos...", dice uno de los personajes de esta extraordinaria novela gráfica. Me recordó el documental de Alain Resnais, Toda la memoria del mundo, de 1956, sobre la Biblioteca Nacional Francesa; aunque en esta novela gráfica se trata de unidades de memoria que rigurosos funcionarios se van encargando de ir eliminando para liberar espacio. Nos situamos en un futuro próximo en el que la información acumulada alcanza tal magnitud que es necesario ir borrando aquello que es considerado prescindible, para así poder dejar espacio a lo nuevo. Borrar de los registros 2001, una odisea espacial es necesario para dejar espacio a los videos del youtuber, del tiktoker o de la influencer de turno. De esto se encarga una organización en la que uno de sus agentes, tal como lo hiciera Guy Montag en Farenheit 451, se rebela contra el sistema y comienza a preservar obras culturales que considera de valor incalculable para la humanidad. Así, películas como 2001, una odisea espacial, poemas de Arthur Rimbaud, o cuentos de Hans Christian, comienzan a ser preservados de la destrucción a la que están condenados por el sistema encargado de administrar la información que genera la humanidad. "Hubo un tiempo en que el factor del olvido era el tiempo...ahora somos nosotros, Yves..." le dice su superior a Yves Mathon, el protagonista, para explicar lo que ellos hacen; aunque parece no convencer a Yves, quien almacena las obras rescatadas en la memoria de un robot doméstico que vive con él y su esposa Emy. Y al igual que en Farenheit 451, los aparatos de seguridad se dan cuenta de lo que está haciendo y lo acorralan.
La novela está dividida en dos partes principales. La primera nos describe el trabajo de Yves y su vida privada. Él y su esposa esperan un bebé, el que está siendo incubado por Mikki, el robot que hace las veces de empleada doméstica y también de asistente de Yves. En esta primera parte asistimos a la puesta en escena de un drama que se desencadena hacia el final de la mitad del libro. En cuanto a la segunda parte, sin adelantar nada que les arruine la lectura de esta novela gráfica, nos sitúa diez años después de los eventos de la primera parte y nos muestra a Mikki e Isi, la pequeña hija de Yves y Emy. Así como al final de Farenheit 451 un puñado de personas se refugian en el bosque para preservar los libros, en esta novela gráfica también se nos insinúa algo de esperanza, pese al drama que cruza todo el relato.
El autor de esta novela gráfica es un cineasta y dibujante francés llamado Ugo Bienvenu (1987) y a quien descubrí gracias a esta novela que compartieron en el foro del CRG hace un tiempo. El arte de Bienvenu me cautivó desde el inicio, además de la curiosidad que me despertaron esas primeras viñetas de un androide interactuando con un pequeño pájaro. El dibujo y el color me resultaron muy gratos a la vista y el guion, más allá de las obvias referencias a la novela de Bradbury y a la película de Kubrick, me pareció también de gran nivel. Bienvenu se permite, inclusive, bromear con el nombre de dos androides investigadores que andan tras la persona que estaría preservando obras condenadas a ser eliminadas; esos dos investigadores se llaman Hernández y Fernández, como los torpes funcionarios de la Sureté que aparecen en los álbumes de Tintin.
El arte de Bienvenu es de un estilo próximo a la scuela de la línea clara, sin dudas. Me gustó la ambientación que le da a la historia, me gustaron los colores que utiliza y también la composición de las viñetas. En suma, una obra que cautiva desde el inicio. Les dejo las primeras páginas para que comprueben lo que digo:
La digitalización de esta novela gráfica fue obra del compañero jbabylon5, a quien agradezco el haberme permitido poder conocer a este autor. Desde ya, he agregado esta novela gráfica a mi canasta de pedidos porque me parece que vale la pena tenerla en la biblioteca. Yo me la leí dos veces, de hecho, porque me costó al inicio entender de qué iba exactamente el asunto. La disfruté en ambas ocasiones.
A ver si quienes la descarguen y la lean se animan a compartir algún comentario. No pido que den las gracias, sino que aspiro a que al menos compartan sus impresiones sobre el material que aquí se comparte.
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