La gran patraña, de la dupla argentina conformada por el guionista Carlos Trillo (1943-2011) y el dibujante Domingo "Cacho" Mandrafina (1945), fue publicada como serie en la revista Puertitas entre 1989 y 1991, aunque con otro título. De hecho, en mi biblioteca tengo la edición de la colección Colihue, de la editorial argentina enedé, con el título Cosecha verde, y editada en blanco y negro. En cambio, esta edición que comparto aquí es en color y fue publicada en España por ECC bajo este título. En mi biblioteca tengo ambas ediciones y otra diferencia a señalar es que la argentina es en tapa blanda y la española, en tapa dura.
Más allá de las diferencias del título y el uso del color o del blanco y negro, la historia es la misma y reúne ingredientes que la hacen una muy buena expresión de un género que ha sido también desarrollado por otros autores de la historieta argentina. De hecho, el propio Mandrafina es el autor, junto al guion de Robin Wood, de una de las mejores series ambientadas en el mundo de los mafiosos que he leído: Savarese.
La gran patraña se trata de una historia ambientada en una época que, aunque sin poder asegurarlo, se sitúa en la década de los cincuenta en un país ficticio llamado Colonia y en el que gobierna el típico dictador latinoamericano que nos ha transmitido la cultura popular. Además, encontramos personajes siniestros, como Iguana, una especie de asesino a sueldo que trabaja para el represivo régimen; otros que son el retrato del político corrupto y, el personaje central, Donaldo Reynoso, un expolicía que debió renunciar a su carrera por haberse atrevido a investigar más allá de lo permitido y que en la actualidad es un hombre de mirada taciturna y que se sumerge en el alcohol como forma de ahogar sus penas.
La historia comienza con la visita que recibe Donaldo en un local de mala muerte. Se trata de la Virgen Intocada, un personaje creado por un escritor servil al poder de turno con el propósito de distraer al pueblo y evitar su rebelión contra el tirano. La mujer que busca a Donaldo espera de él que le ayude con una investigación detectivesca para descubrir quién la estaría chantajeando con unas fotos comprometedoras.
Como he dicho, la historia atrapa de inmediato y se lee de un tirón. El dibujo de Mandrafina es de alta calidad y el guion de Trillo es muy ágil y no decae en ningún momento.
Esta edición digital fue realizada por el grupo Eurocomicss y compartida en el foro del CRG por el compañero Brucolako. Está en alta definición y han de agradecer a quienes la hicieron posible.

Ah, grandísimo aporte. Creo que originalmente la leí (a tropezones) en la revista Puertitas, allá casi 3 décadas atrás. Esto vendría a corresponder a la mal llamada época "ridícula" de Mandrafina, en donde se aleja de los guiones serios y desgarradores que le escribía el genial Robin Wood para ilustrar las historias disparatadas pero ultra enganchadoras que le escribía Carlos Trillo como solo él sabía hacerlo.
ResponderEliminarPor cierto, me alegra ver que alguien más se leyó la trágica vida del pobre Savarese, quien logra convertirse en el agente numero uno del FBI para llevar justicia a un mundo corrupto, pero a costa de perderlo todo en la vida: amigos, esposa, salud, una vida normal, felicidad, todo. No sé si la historia continúa más allá del amargo final de su esposa, consumida por la adicción a la heroina y con el pobre Savarese recibiendo el pálido consuelo de volver a reencontrarse con su primer amor, ahora convertida en una mujer destrozada por también perderlo todo en la vida.