Se nos acaban las vacaciones y debemos volver al trabajo. Creo que en esta época experimento una involución y regreso a aquellos años en que me venía toda la angustia por tener que volver al colegio. Sé que a muchos les gustaba ir a ese lugar de reclusión pero para mí fue siempre una tortura. Recién me vine a resignar un poco cuando estaba en el último año del liceo, jajaja. Simplemente no lo soporté nunca. En fin. Para pasar la pena, les dejo dos nuevos números de la revista Cabrochico. Se trata de los números 43 y 44 que tenemos disponibles gracias a la gentileza de Alicia y Mirolo, respectivamente.
En ambos ejemplares encontrarán esas recordadas historietas para los más pequeños de la casa y algunos artículos interesantes en el suplemento para madres que viene en ambos ejemplares. En el Cabrochico 44 nos hablan del invierno y de cómo se le puede hacer frente con buena cara. Incluye algunos juegos y pasatiempos para los fríos y lluviosos días de invierno.El suplemento para madres del Cabrochico 43 enseña a tejer a las que no saben hacerlo y para aquellas madres que sí saben, les enseña a hacer un práctico chaquetón con gorrito de lana para los niños. A propósito de esto, supongo que a varios aquí los mandaban a la escuela con esos gorros de lana que cubrían cabeza, orejas y garganta. Todo en uno. No era un pasamontañas, exactamente, porque dejaba al descubierto la cara. Al menos así era el que usábamos con mi hermano. Claro que cuando fuimos más grandes, pedimos cambiarlo por un pasamontañas porque el otro nos parecía muy de niñitas, jajaja.Me parece que hoy los niños no suelen usar esas prendas. Aunque a mis hijos las abuelas les tejieron de esos gorros y los usaban. Pero estoy casi seguro que ya no se usan.Por último, en el cabrochico 43 viene ese poema de García Lorca sobre el lagarto y la lagarta que lloran por haber perdido su anillo de desposados ¿lo recuerdan? Venía también en un libro de lectura de segundo o tercer año básico. Es un bonito poema.Bien. Entonces, a descargar estos dos nuevos números de Cabrochico y a atesorarlos, como dice nuestro amigo Enrique Chicano.
Nuestra amiga Alicia se dio el trabajo de digitalizar otro número de la revista Cabrochico. A mí sólo me corresponde la edición para corregir las imperfecciones que va dejando el paso del tiempo pero es ella quien se da el tedioso trabajo de pasar por el scanner cada página de la revista.Así, sumamos un nuevo número a nuestra colección. Dentro de poco vendrá otro que me envió Alicia y sé que también Mirolo está trabajando en la edición de otros números que se ha conseguido.Bueno, aquí encontrarán esas bonitas historietas para los más chicos de la casa, junto con algunos artículos muy interesantes. En esta oportunidad viene uno sobre las vacunas y la importancia de cumplir con las campañas públicas de vacunación ¿Quién más pasó susto con las vacunas? Al menos para mí eran mi peor pesadilla.También viene un artículo sobre los oficios que pueden tener los niños cuando adultos. En esta ocasión se trata del noble oficio de peluquero. Como podrán apreciar en la foto, se trata de esos peluqueros de barrio en el que a uno lo sometían al tormento del "regular corto".Bueno, descarguen y disfruten este nuevo número de esta querida revista.
Tal como lo señalé hace un tiempo, aprovecharé el blog para comentar también algunas de las historietas que más me gustan y que he podido disfrutar gracias a la Biblioteca de Santiago. No hay como una buena biblioteca pública y ésta tiene todo lo que uno espera de un lugar como ese. Aunque la sección de historietas no es tan buena como las que uno encuentra en la meca de la BD franco-belga, al menos tiene varios tesoros que he podido leer desde que se inauguró. Algunos nunca los había leído y los conocí gracias a la biblioteca. Es el caso de series como "Alpha" o "Las ciudades oscuras". Otras, las conocía pero siempre es bueno poder releerlas a gusto. Es el caso de las que pedí esta semana y que corresponden a la serie Blueberry, una de las máximas expresiones del género western de la escuela franco-belga. Esta última denominación cobra verdadero sentido por cuanto sus autores son justamente un francés y un belga: Jean Giraud y Jean-Michel Charlier, respectivamente.Jean Giraud es el señor de lentes que aparece en la foto de la izquierda y que probablemente sea más conocido por los lectores de historietas de ciencia ficción y fantasía, mediante el seudónimo de Moebius. En efecto, se trata de la misma persona. Nacido en 1938, Giraud trabajó en varias revistas de historietas en Francia y fue colega de algunos de los más importantes dibujantes de la escuela franco-belga. Es en los setenta y ochenta cuando se hace conocido bajo el seudónimo de Moebius, nombre tomado de un matemático a quien parece que quiso homenajear pero que también da cuenta de su pasión por la ciencia en los límites de lo posible.Encontró en Alejandro Jodorowsky su complemento perfecto para iniciar una relación profesional que los llevó a crear varias de las más importantes series europeas.Supongo que para nadie es un misterio que Moebius fue el creador de ese engendro impresionante que conocimos como "Alien" en la película de Ridley Scott. Recuerdo haber visto los dibujos que hizo para la película en uno de los números de la antigua revista Trauko.Pero la serie por la que pensé en escribir algo en el blog hoy día es Blueberry. Tan distinto como tema a los que le conocimos bajo el seudónimo de Moebius, es también el estilo de dibujo en un caso y el otro. De hecho, al principio de mis aventuras en el mundo de la historieta europea no sabía que Moebius era el mismo Giraud. Para mí eran dos dibujantes diferentes y, de hecho, Moebius nunca fue de mi predilección. Ese estilo de dibujo que fue tan copiado por algunos émulos que tuvo entre la generación de dibujantes chilenos de la época de la revista Trauko, lo encontraba simplemente poco atractivo. Nada que ver con el estilo de Giraud. Un estilo mucho más próximo al de dibujantes como Hermann y otros que conocí en Mampato. La calidad de su dibujo, junto a lo entretenido de sus historias es lo que me atrajo de esta serie.El responsable de los guiones durante la primera época de esta serie fue Jean-Michel Charlier, el señor de aspecto tan formal que aparece en la foto de la derecha. De él ya creo haber dicho más de alguna cosa en comentarios anteriores. De todos modos, no está de más mencionar que nació en la hermosa ciudad de Lieja en 1924 y que falleció en París en 1989.Charlier fue el guionista de otra de mis series favoritas: Tanguy y Laverdure. Esa estupenda serie en que los protagonistas son pilotos de "l'armée de l'air" francesa a bordo de los siempre hermosos Mirage. Otra serie de aviones que fue escrita por Charlier fue la serie Buck Danny, la que tenía en los pinceles al dibujante Victor Hubinon.Bueno, la historia de Blueberry tiene todos esos ingredientes que atraen en el género del western y la aventura. Un protagonista que es acusado injustamente de un asesinato y debe pasar a la clandestinidad usando un nombre falso con el cual busca su redención. Algo así es lo que le sucede a Mike Donovan, o mejor dicho al Teniente Blueberry, quien termina integrándose a las filas de la caballería norteamericana y es en esa condición que protagoniza innumerables aventuras.De la biblioteca saqué los primeros volúmenes de la edición de Norma, que no son los primeros en su edición original en francés. En efecto, los dos primeros volúmenes que pueden apreciar en las imágenes que acompañan esta nota fueron publicados en el año 1972, siete años después de que se publicara la primera aventura, titulada "Fort Navajo". Por eso la edición española sugiere un orden de lectura que es diferente al orden con el que fueron publicados en castellano las aventuras de Blueberry. En cualquier caso, los dos números que propongo degustar hoy constituyen una historia completa, correspondiente al denominado tercer ciclo de las aventuras de Blueberry de Charlier y Giraud, llamado "El oro de la sierra".Se trata de la historia en que Blueberry debe lidiar con un supuesto noble alemán que conoce el secreto de una mina de oro que es la codicia de todo aventurero pero que parece estar custodiada por un alma en pena.La primera historia se titula "La mina del alemán perdido" y la segunda, "El fantasma de las balas de oro". Como dije, ambas conforman una unidad y vale la pena leerlas de un viaje.Como he dicho, al que le guste el género del western podrá disfrutar de esta espectacular serie. Y aunque en la web se encuentra la colección completa en su versión en francés y en castellano, mi obsesión me llevó a realizar mi propia versión digital, asegurándome que tanto los scans como la edición fueran las mejores posibles. Además, ahora que la resolución de las tarjetas de vídeo permite disfrutar de pantallas más grandes, hace falta también adecuar las versiones digitales de las historietas a esta mayor resolución. Por eso creo que vale la pena degustar esta edición que preparé para el blog. Si les gusta, podrán ir hasta la biblioteca pública de la que sean socios para solicitar que adquieran la serie. O si lo prefieren, podrán adquirirla ustedes mismos. Nunca será lo mismo disfrutar de una historieta en su versión en papel. Más aún cuando estas ediciones son de gran calidad, con colores espectaculares y ese olor embriagador que tienen las revistas y libros salidos recientemente de la imprenta.Bueno, es de esperar que les guste. Y si alguien se anima a compartir sus impresiones sobre esta serie, mejor aún.
Un nuevo número de la revista Cabrochico, esta vez aportado por Mirolo. Corresponde al número 68 y que trae dos historietas de Guidú que tienen como protagonistas a un zorro y una codorniz; una historieta de Mini; una de Canahue, el chilote, dibujada por Ponka y una historieta del ganso Jacinto, cuyo guionista es Ariel pero del que no sé quién será el dibujante.Bueno, descarguen y disfruten este nuevo número de la revista Cabrochico. No se arrepentirán.
Continuando con mi idea de poder realizar mis propias versiones digitales de la revista Mampato, les dejo hoy los números que me faltaban para completar el noveno tomo de la colección. Hasta el momento sólo había digitalizado la mitad de los números que lo componen pero ya me he puesto al día con los restantes.Se trata de los números 84, 85, 86, 87 y 90. Todos corresponden a números publicados entre agosto y octubre de 1971, justamente en la que probablemente fuera la mejor época de la revista.Cada número trae material muy valioso y estupendas historietas. En relación a esto último, la historieta de Mampato corresponde a la aventura en Arabia. Además, aquí viene la historieta de Nick Obre en la que éste debe enfrentar a los robots ladrones de joyas. En esta historieta, que fue republicada posteriormente por Themo en la revista Cucalón, aparece una viñeta en que está el joven al que Nick obre le tomó prestada la moto para seguir a los robots en su huida hacia la cordillera. En ella, en la versión de Cucalón el joven estaba escuchando a la banda "Los prisioneros", en tanto que en la viñeta publicada en Mampato simplemente se ve que el tipo escucha en su radio una de esas típicas canciones de los "coléricos", con el clásico, "Yeah, yeah". En esas reediciones Themo siempre se fijaba en este tipo de detalles. Como ocurría también con los afiches que Mampato tenía pegados en el muro de su cuarto. En las ediciones de Cucalón, varios de ellos recuerdo que fueron modificados para actualizarlos a la época en que fue reeditado.Bueno, pero también aquí vienen varios clásicos de la historieta franco-belga, como Tunga ("La caverna de la muerte" y "Lucha de gigantes"), Bernard Prince ("La ley del huracán") y Dan Cooper ("El misterio de los discos voladores").
Ya he dicho que esta última fue la primera aventura de dan Cooper que leí cuando niño y que me dejó impresionado por su calidad. A mí, que siempre me fascinaron los aviones y las naves espaciales, simplemente las aventuras de Dan Cooper fueron consideradas como extraordinarias. Con el tiempo conocí también las historietas de Tanguy y Laverdure, que lamentablemente nunca fueron publicadas en Mampato, junto a varias otras que desarrollan la temática aeronáutica.
En cuanto a los artículos que vienen en estos números, son muchos como para comentarlos pormenorizadamente pero desde ya vale la pena mencionar que continúa la extraordinaria serie sobre la "Historia del hombre", con esas fantásticas ilustraciones que aún no sé a quién corresponden realmente.También se destaca un artículo sobre los impresionistas, con unas muy logradas reproducciones de obras clásicas de esa escuela artística.
También vienen la serie "Rincones del mundo", una de mis secciones favoritas, con artículos sobre Brasil, Turquía, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica.Una sección interesante y que nunca hemos comentado es la de "Galería de estrellas". Varias de las figuras que ahí aparecen nunca supe quiénes eran, como una tal "Lydia", que aparece en el Mampato 85 y que supongo que era cantante. Otras me sonaban sólo de nombre y otras eran claramente conocidas para mí. Me llamó la atención ver lo joven que era Gervasio. Ah, y una foto en que aparece Alain Delon, éste tiene cara de haberse fumado varios gramos de marihuana, jajaja (Mampato 84).Bueno, entonces ya tenemos completo el tomo 9 de la colección en la versión "Mayoneso". Se trata de capturas digitales de una adecuada resolución y con una edición que busca ofrecer la mejor calidad posible de restauración. Todos los mampatogramas vienen limpios, como es costumbre en los Mampato que comparto aquí en el blog. Pronto seguiré con los restantes números.
Mampato 081: Megaupload - Mediafire
Hoy ha sido un día bastante movido en el centro-sur de Chile. Un sismo de 7 grados,(técnicamente un terremoto) nos ha tenido bastante preocupados. A unos días de cumplirse un año desde el terremoto de 8.8 grados, la tierra volvió a sacudirse donde mismo y le han seguido varias réplicas bastante fuertes también. Para distraernos un poco y pasar el susto, qué mejor que disfrutar de una revista de humor. Nuestro amigo Mirolo nos envía este ejemplar especial de la revista "El patito chiquito". Su autor es el dibujante Tom (Roberto Tapia), quien dibujó este personaje en un estilo muy similar al de Condorito. De hecho, una viñeta suya podría ser confundida con una dibujada por Pepo. Además, el tipo de humor es semejante también.Ya habíamos publicado en el blog un ejemplar de esta revista pero era de la versión que circuló a comienzos de los noventa. En cambio, este número es de comienzo de los setenta. Aunque no aparece número ni fecha, el precio está en escudos, por lo que suponemos que es de comienzos de esa década.Mirolo digitalizó y editó este ejemplar, de modo que toda mi tarea consistió en escribir esta nota y publicarlo. Muchas gracias por esta colaboración.
Aprovechando mis visitas a la Biblioteca de Santiago, he podido leer varias historietas de la escuela franco-belga que vale la pena comentar. Una de ellas es ésta, una historieta escrita y dibujada por el francés René Pétillon (1945) quien nos ofrece una irónica mirada al mundo de los musulmanes en Francia a través de una hilarante aventura de su personaje Jack Palmer, una especie de detective tipo Columbo pero bueno para meter las patas. En esta aventura debe encontrar a la hija de una dentista y de un cirujano, ambos franceses-franceses, de clase media alta y cuya hija se ha escapado de casa. Jack Palmer le sigue la pista dentro del submundo de la comunidad musulmana de Francia pues todo indica que la rebelde muchacha ha decidido dejar la universidad para seguir en forma rigurosa los preceptos del Corán.No conocía el trabajo de Pétillon y me ha sorprendido gratamente. Sólo he leído este volumen pero me ha parecido que vale la pena leer los restantes pues hay doce aventuras anteriores a la publicación de ésta sobre el caso del velo. Me gusta ese tipo de humor que además nos aporta una mirada interesante a otras culturas. Me recuerda un poco al trabajo de Guy Desliles, un dibujante canadiense (québécois, à vrai dire) de quien he leído sus crónicas birmanas y su aventura en Corea del Norte.Les dejo entonces una copia digital que preparé de esta aventura para que la puedan degustar y, si les gusta, para que pidan que compren ésta y las restantes aventuras en su biblioteca preferida.
El Raulho, uno de los esntusiastas colaboradores del blog de la Generación Mampato, se ha encargado de compilar y editar esta aventura que se publicara en el revista Mampato entre los números 323 y 327, y que tiene como protagonista a KI'O, el indio blanco, personaje escrito por Adrián Roca y dibujado por el maestro Mario Igor. Ambientada en la Amazonía, nos muestra la confrontación entre la ambición y el afán de lucro de traficantes y aventureros, y la identidad cultural de quienes habitan desde tiempos inmemoriales esas tierras. Como dice el amigo Raulho, es un tema que cobra cada vez mayor vigencia, más aún cuando las transnacionales están por reventar el mayor pulmón verde del planeta.
No sé si todos recordarán estos dos personajes que también conocimos en la revista Mampato. Se trata del capitán Francis Blake y el profesor Philip Mortimer, dos flemáticos y muy compuestos personajes que se dedican a resolver misterios y que han sido protagonistas de notables aventuras.En Mampato se publicó el último álbum que editó su autor, el dibujante belga Edgar Pierre Jacobs (1904-1987) y cuyo título era "Las tres fórmulas del profesor Sato". Ciertamente, la incluiremos también en nuestra Biblioteca Mampato Bicentenario. Sin embargo, en esta ocasión quería aprovechar de comentar el álbum "La marca amarilla", publicada originalmente en 1953 y que saqué de la Biblioteca de Santiago ayer para disfrutar de una buena lectura de fin de semana.Era el único ejemplar disponible de las aventura de Blake y Mortimer, y aunque se trata de la cuarta aventura de estos dos caballeros, luego de haberse visto envueltos en el misterio del rayo U, en el del espadón y en el de la gran pirámide, creo que quien la lea sin haber leído las anteriores, podrá disfrutar igual de esta genial historia.El estilo de Jacobs es muy parecido al de Hergé. No por nada fue uno de sus colaboradores y fue uno de los dibujantes de la revista Tintin. En lo personal, me gusta mucho el estilo narrativo y visual de Hergé. Especialmente, porque se da el tiempo de desarrollar bien los acontecimientos que narra, aunque eso a algunos les parezca que vuelve lenta la narración. A mí me gusta que las viñetas tengan harto texto y que en él se nos narren acontecimientos con gran detalle. Bueno, algo de eso tiene el estilo de Jacobs, además de las similitudes obvias en términos del tipo de dibujos. Muchos de los personajes que aparecen en sus viñetas bien podrían ser parte de las aventuras de Tintin. Pero justamente debe ser eso mismo lo que siempre me atrajo de él. Además, los misterios y aventuras que desarrolla tienen los ingredientes justos de intriga y acción para capturar la atención de cualquiera. De verdad que quien haya leído algunos de los álbumes de Blake y Mortimer, sabrá lo que es no poder parar de leer hasta llegar al final de la historia.Aunque en esta historia de la marca amarilla, uno más o menos adivina por dónde irán los tiros, Jacobs se las arregla para sorprendernos igual. Su ambientación en la ciudad de Londres a mediados del siglo XX, le otorga también un sabor especial. Jacobs es muy cuidadoso en describir la célebre capital del Reino Unido y la atmósfera que transmite es muy sugerente como ambientación de esta misteriosa historia.En la web están disponibles las aventuras de Blake y Mortimer, tanto en historietas como en su versión animada. El dibujo animado correspondiente a esta aventura que comento hoy la pueden encontrar en este enlace.
También hay versión digital de los álbumes en castellano, de manera que no es ninguna novedad compartir esta versión digital de "La marca amarilla". No obstante, las versiones disponibles son de regular calidad y como los diálogos de las historietas de Blake y Mortimer tienen una letra muy pequeña y traen harto texto, es mejor poder leerlas en una resolución de mayor calidad. Por eso digitalicé yo mismo este ejemplar y así poder releerlo sin inconvenientes. Espero que lo disfruten.
Estimados amigos y visitantes del blog de la Generación de Mampato, luego de unas semanas de ausencia, vuelvo a activar este espacio con dos aportes que me ha enviado Alicia, nuestra fiel amiga de la revista Cabrochico.En esta ocasión, nos hace llegar los números 37 y 38. En la primera vemos una portada dibujada por Néstor y en la segunda, un dibujo de Jalid.Como es habitual, ambos números traen entretenidas historietas para los más pequeños de la casa. Aunque también vienen artículos muy interesantes para los padres, como es el caso del suplemento para adultos que viene en el número 37 y en el que podrán aprender a hacer un chaleco y un pantalón de lana para los niños. Es cierto que hoy es menos habitual que cuando fuimos niños pero no está de más saber cómo confeccionar uno ¿Quién no tuvo un pantalón de lana cuando pequeño? Y obviamente que los chalecos eran también tejidos por la mamá, la tía o la abuelita. Para los meses del crudo invierno de aquellos años, eran prendas imprescindibles para un niño.Bueno, también aprenderán lo importante que es el deporte en la salud de niños y adultos y podrán conocer la experiencia de los trabajadores de la mina El Teniente quienes aprendían a hacer cacharros de greda y otras artesanías semejantes.En el número 38 aprenderán a confeccionar una bonita bajada de cama, también pensada para los días de invierno cuando pisar el suelo del dormitorio puede ser muy poco agradable.En estos dos números viene una sección acerca de los oficios y profesiones que los niños pueden seguir cuando sean grandes. En una se describe el trabajo del minero del carbón y en el otro el del gásfiter o maestro. Por supuesto, en una revista como Cabrochico el que los niños puedan aprender a valorar el trabajo humano en sus más diversas expresiones, es parte de los principios que orientaban la revista también. Además, en el marco del proyecto político y cultural al que adscribía la revista era entendible que se vieran esas labores también como alternativas de autorrealización para los niños de entonces.En fin, ojalá disfruten estas dos nuevas revistas que nos envía Alicia. Ella las digitalizó pensando en quienes valoran un tesoro como éste. Gracias por su desinteresado trabajo.