Mampatos 31, 32 y 33

Como creo que me tomará más tiempo poder tener listo el cuarto tomo de Mampato, decidí que esta vez subiría los ejemplares a medida que los vaya terminando de editar. De este modo, les dejo aquí los tres primeros números de ese cuarto tomo. En el número 31 tenemos la continuación de la historieta de Mampato y los verdines, que fue la reaparición del pérfido Mong. En este número finaliza la historieta del Agente Submarino, de quien desconozco su autor pero que me imagino que ha de ser belga, aunque por ahí he leído que es un típico superhéroe americano. Por su parte, Themo nos ofrece una nueva aventura de Máximo Chambónez en la que el ilustre vecino de Piduquén inventa que es boxeador y termina metiéndose en un tremendo lío, jajaja. A todo esto, Máximo debe ser el personaje más frecuente de estos primeros años de Mampato. Aparecía casi en todos los números.

También continúa la historieta de Corentín y el príncipe de las dunas y para los amantes de la cultura del Western, este número trae una historieta de Ringo, un cow-boy cuyas historias ocurren en 1867 y que en este número de Mampato ocupa además la portada. Se trata de una historieta del belga William Vance, el mismo dibujante de Howard Flynn. Esta historieta de Ringo que publica Mampato corresponde al primero de tres volúmenes de esta serie de western. Se trata de "Camino a Santa Fe", aparecida originalmente en la revista Tintin y publicada por Lombard en 1967. Es de suponer que la traducción se hizo en Mampato pues estoy casi seguro que de existir una traducción española, debe haber salido con bastante posterioridad a la publicación de Mampato.

En cuanto a los artículos habituales, continúa la historia de la conquista del cielo y la historia del hombre, con un capítulo sobre Grecia. También continúa la serie de reportajes sobre la URSS, en esta ocasión con las repúblicas del Cáucaso. Por último, destaca un reportaje sobre los elefantes y la biografía de Charles Dickens.

En el número 32 la portada, que supongo fue dibujada por Eduardo Armstrong, ilustra el reportaje central sobre los monstruos marinos. Además, viene en este número un cuento de "Las mil y una noches", una biografía de Jack London y en las fotografías centrales vienen algunas fotografías de la luna, tomadas por la Misión Apolo. Sigue también la serie de reportajes sobre la URRS, en esta oportunidad con uno sobre Siberia.

En cuanto a historietas, además de aquellas que continúan en este número (Mampato y los verdines; Corentín y Ringo), se suma otra aventura de Dynamo y uno de los cuentos del abuelo Chambónez, sobre un brujito que quería ser futbolista.

Ah, fíjense en una de las fotos de celebridades que vienen en las últimas páginas de la revista. Sale un jovencísimo Don Francisco y un psicodélico Pollo Fuentes, jajaja.

En el número 33 podemos apreciar una portada de Oscar Vega con Mampato y Xsé escapando de los malvados verdines, cuya historia está pronta a concluir. Viene también en este número la primera parte de la adaptación de Miguel Strogoff, de Julio Verne; la biografía de Gregor Mendel (el descubridor de las leyes de la herencia), así como también un nuevo episodio de la Historia del Hombre, en esta oportunidad con la historia de Alejandro Magno.

Las fotografías centrales de Mampato nos traen a los ases de la Fórmula Uno, a ninguno de los cuales siquiera recuerdo. Debo decir, eso sí, que no tengo mucha onda con la cultura tuerca. De hecho ni siquiera tengo auto ni quisiera tenerlo, pero quienes sí son admiradores de los bólidos de cuatro ruedas, encontrarán información, fotografías y autógrafos de los ases de entonces.
La serie de reportajes nos lleva esta vez al Gran Cañón del Colorado.

En cuanto a historietas, además de las que he dicho que continúan en este número, viene otra aventura de Máximo Chambónez, a quien esta vez le da por practicar andinismo. De más está decir que las cosas le resultan muy distinto a cómo las planifica.

Un último dato curioso. Si se fijan, en la sección "Al aire libre" viene información sobre la fauna costera y entre las especies que se describen aparecen las jaibas. Lo curioso es que el nombre de los animales aquellos lo escriben como "jaivas", igual que el conocido grupo musical chileno. Es sabido que Los Jaivas utilizaron ese nombre con una deformación ortográfica explícita; algo similar a lo que hicieron los Beatles con la palabra "beetle". Me llamó la atención que en el artículo siempre se hablara de las "jaivas" y supongo que simplemente es efecto de la influencia de Los Jaivas. Entiendo que hoy haya gente que crea que "jaiba" se escribe "jaiva" pero en esos años los músicos de Viña aún no eran lo mundialmente conocidos que son hoy. Dato simplemente anecdótico que sugiere que seguramente Los Jaivas eran ya entonces del gusto de algún o alguna redactora de Mampato.

Bueno, aquí les dejo estos tres ejemplares a modo de anticipo de los próximos números de Mampato que espero poder compartir en el blog.

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