La segunda parte de la novela gráfica (¡qué presumido suena este título!) escrita por Francisco Ortega y dibujada por Nelson Dániel. Esta vez la acción se sitúa, como indica su título en el año 1959 y tiene de protagonistas a Salvador Allende, a Augusto Pinochet y a Ernesto "Che" Guevara, quien es nada menos que hijastro de Allende. En lugar de la Sierra Maestra o Bolivia, el Che ha decidio iniciar una rebelión en la Antártica. Todo ocurre en un mundo que se encuentra sumido en la Gran Guerra Metahullana desde el año 1939, y en el que el Imperio Zarista Ruso ha conquistado el mundo, salvo África y América. Claro que la hazaña rusa fue con ayuda extraterrestre ¿Les parece muy delirante la historia? Tal vez.
Justo he estado leyendo estos días un libro de Francisco Ortega, "Alienígenas chilenos" (Planeta 2020), que pretende ser una suerte de relatos sobre diversos episodios y experiencias de habitantes de este larga y angosta faja de tierra con supuestos seres que vienen del espacio exterior. Recién voy al comienzo, pero ya me he enterado de que algunos seres mitológicos del pueblo mapuche serían en realidad seres venidos del espacio exterior; que los vikingos estuvieron antes que los españoles en estas tierras y que les enseñaron a pelear a los mapuches, razón por la cual ni los incas ni los españoles pudieron conquistarlos; y que el geoglifo más grande del mundo, el gigante de Atacama, parece ser la representación de esos visitantes del espacio exterior. Aunque Ortega dice ser escéptico de estas cosas, pese a haber sido creyente en su más temprana juventud (algo habitual entre los escépticos del tema ovni), reproduce cuanta cosa se dice sobre estos fenómenos, cual más estrafalaria que la otra. No sé si logre llegar hasta el final del libro, francamente, aunque lo intentaré, pese a que se le haya cambiado el nombre a la Universidad Austral de Chile y al economista Manfred Max Neef. Ni siquiera comentaré los errores de ortografía y redacción que tiene el libro.
Pero volviendo a la ucronía sobre la guerra por la metahulla, este segundo volumen también fue digitalizada por el compañero Fakolas, del CRG, a quien agradezco por compartirla en este formato.