Hace ya varios años, cuando salió al mercado, me compré y leí esta ucronía, un tipo de relato muy en boga en el noveno arte. En este caso, el guion es de Francisco Ortega (1974), de quien hace muchos años leí una novela que se titula "El número Kaifman" y que encontré más bien flojito, como dicen los españoles. Como guionista de historietas le he leído esta ucronía 1899, la historia de Alex Nemo y la historia de Mocha Dick, que también tengo en mi biblioteca.
La historia de 1899 es interesante. Chile ganó la Guerra del Pacífico gracias a su poderío bélico basado en la metahulla, un poderoso mineral que extrae desde el Golfo de Arauco y que convirtió al país en una potencia mundial. Además, Chile contaba con naves voladoras en pleno siglo XIX que le dieron enorme superioridad bélica en su guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. Pero esta historieta se titula 1899 y no 1879, ello porque la historia se sitúa veinte años después de que el almirante Carlos Condell le dejara caer al Huáscar unas bombas de metahulla desde su aeronave y cuando Chile está convertida en una potencia militar y tecnológica, al punto que han desarrollado inteligencia artificial. El inspector Luis Uribe, encabeza la búsqueda y esclarecimiento de una serie de atentados a la infraestructura industrial chilena. La gente sospecha de peruanos que buscan vengar la humillación a la que fueron sometidos veinte años antes, pero el inspector Uribe no cree que se trate de ellos.
El dibujo corrió por cuenta de Nelson Dániel (1976), un artista visual que trabaja también para el mercado estadounidense. Entre el guion y el dibujo, me ha gustado más este último. De todos modos, se trata de una historia interesante que vale la pena leer. El libro está aún disponible en liberarías en una edición de Planeta Cómic. Yo la tengo en la edición de Norma y también en ésta de Planeta. Difieren solamente en el subtítulo (la de Norma se subtitula "Cuando los tiempos chocan") y en la portada, así que aprovechen de adquirirla para vuestra biblioteca personal.
El trabajo de digitalización es del compañero Fakolas, del CRG. Vayan a él los agradecimientos.